Ficha de IMDb
Cadena: HBO (Estados Unidos de América)
Periodo de emisión: 2003 - 2005
Temporadas: 2
Episodios: 24 (12 + 12)
Duración: 54 minutos.
Según Daniel Knauf, el creador de la serie, Carnivàle estuvo pensada para contar una historia en seis temporadas donde cada dos abarcarían un arco argumental único. Básicamente, cada dos temporadas serían como un libro con su inicio, desarrollo y desenlace propio pero con una continuidad que era el enlace para iniciar el siguiente bloque argumental. Por desgracia HBO canceló la serie por su elevado presupuesto y sus paupérrimas audiencias con lo que nos queda una historia contada en dos temporadas. Sí, a pesar de ser cancelada tiene un final que puede valer como final de serie por lo que no hay excusa para negarse de ver esta serie que, personalmente, iba a convertirse en una de las grandes y hacer historia.
Según Daniel Knauf, el creador de la serie, Carnivàle estuvo pensada para contar una historia en seis temporadas donde cada dos abarcarían un arco argumental único. Básicamente, cada dos temporadas serían como un libro con su inicio, desarrollo y desenlace propio pero con una continuidad que era el enlace para iniciar el siguiente bloque argumental. Por desgracia HBO canceló la serie por su elevado presupuesto y sus paupérrimas audiencias con lo que nos queda una historia contada en dos temporadas. Sí, a pesar de ser cancelada tiene un final que puede valer como final de serie por lo que no hay excusa para negarse de ver esta serie que, personalmente, iba a convertirse en una de las grandes y hacer historia.
La serie tiene lugar durante la gran depresión que sufrió América a principios de los años 30 con una cuidada y minuciosa reconstrucción en los vestidos, escenarios y atrezzo. Desde el primer minuto se nos muestra que se va a contar una historia de la lucha contra el bien y el mal: por un lado tendremos a Ben Hawkings, un joven granjero que huye de su pasado uniéndose a un circo ambulante de pintorescos y misteriosos integrantes; y por otro lado tendremos al reverendo Justin Crowe que comienza a tener unas extrañas visiones que le hace reflexionar sobre su fe y cómo abordar su vida.
Al principio el mayor atractivo está en los extraños personajes que pueblan el circo y la serie no duda en enseñarnos a varios de sus integrantes y como trabajan en él: bailarinas siamesas, una mujer barbuda, una vidente, un mentalista ciego, un forzudo, un hombre lagarto... Se nos abre un absorbente mundo de fantasía gracias a varios de estos personajes que algunos, con sus poderes inusuales, impregnan todo de misterios y magia. Misterios que no se alarga innecesariamente como muchas series de hoy en día y una magia justificada y medianamente creíble, dado el universo de la historia.
Todo esto se consigue con un guión bien hilado y una historia bien contada, pausada pero sin ser soporífera. Sin embargo, siendo el contenido muy interesante, la forma en la que se cuenta enamora y deja con la boca abierta. Poco a poco muestra tu propia mitología con impresionantes e impactantes escenas. En la primera temporada se rasga solamente la superficie pero es tan interesante que nos quedamos satisfechos con pequeños atisbos de templarios, masonería, cristianismo y demás teologías del mundo. Una mezcla exótica y cautivadora.
Ya en la segunda y última temporada se resuelven nuevas incógnitas (que no todas) y algunas que arrastraba de la anterior temporada. Es un bloque de capítulos donde se ponen las cartas sobre la mesa después de haber sido presentadas en la anterior temporada y comenzar la partida entre el bien y el mal. Como punto criticable la partida se resuelve con un apresurado final, uno quee cierra varias tramas, entre ellas la principal, pero que también deja otras abiertas.
Y es una lástima. Cuando las cartas ya empezaban a enseñarse y los personajes estaban lo suficientemente bien desarrollados para dar cuerpo pleno a la historia... ¡Crash! La serie es cortada de tajo y echada al vacío. Estamos ante una maravilla, una maravilla inconclusa. El final te deja con ganas de más pero no tienes esa sensación de haber perdido el tiempo ya que has disfrutado de uno de los mejores viajes que experimentarás enfrente de una pantalla.
Sumando a todo esto la excelente y destacable música de Jeaf Beal junto con un exquisito cuidado en los detalles y los escenarios hacen de Carnivàle una obra maestra que no tiene nada que envidiarle a aquellas grandes películas que se consideran las mejores. No es una serie para recomendar, es una serie para obligar a ver.
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