Cadena: Channel 4 (Reino Unido)
Periodo de emisión: 2011 - ...
Temporadas: 2
Episodios: 6 (3 + 3)
Gracias a Charlie Brooker, creador de la gamberra Dead Set, nos llega la provocadora Black Mirror, una serie que en principio fue una miniserie de solo tres capítulos pero con el éxito aunado de crítica y público se continuó con una segunda temporada que añadió otros tres nuevos capítulos que contienen cada uno de ellos una crítica brutal a una sociedad actual cada vez más conectada a la información y ventajas (o desventajas, según se mire) que nos suministran los avances tecnológicos.
Los capítulos son historias independientes entre ellas y el impacto de la serie reside, además de en su directo mensaje similar a una furiosa bofetada, en la sorpresa, en qué nos va a deparar el siguiente cuento por lo que no es muy aconsejable leer ninguna sinopsis para no perder esa sensación. El sentarse a ver algo desconocido y ver como se desarrolla nos deja atrapados e inmersos hasta el último momento en el que finaliza la pequeña fábula moderna.
La originalidad y la calidad de estas pequeñas historias nos pone encima de la mesa un ambiente sombrío que en ocasiones pone los pelos de punta viendo como posiblemente se nos presenta un futuro dispótico y carente de humanidad, casi siempre rozando la exageración pero no muy lejano de lo que podría ser o ya está sucediendo. Se cogen algunos conceptos que vemos en nuestro día a día y lo retuercen al límite hasta salir una obra de arte de 40-50 minutos que siempre nos deja con una moraleja para reflexionar después de su visionado. Imposible no recapacitar sobre lo que se ha visto y plantearse algunas de nuestras acciones relacionadas con la tecnología que tenemos diariamente en nuestras manos.
En conclusión, Black Mirror es una serie imprescindible que debería ser de obligado visionado para todo el mundo.